Un comandante africano al frente del Federación que terminó muerto en su chacra

1840, el año en que se agravaría aún más la lucha entre Rosas y los unitarios, encuentra al frente del Fuerte Federación a un decidido y firme partidario del Restaurador de las Leyes: el capitán José Seguí, quien ejercía con carácter transitorio el cargo de Comandante.
"El Gran abuelo". Uno de los cañones que trajo Seguí al Federación y que hoy se exhibe a la entrada de la Guarnición Militar Junín. Por ordenanza 5714 fue declarado "Patrimonio histórico y cultural de la ciudad de Junín. Fue traído  a estas tierras en el año 1.835 con destino al "Fuerte Federación", donde prestó servicio hasta 1879. Junto al Gran Abuelo se encontraba otra pieza similar de la cual se ha perdido todo rastro.

Seguí había nacido en Africa a fines del siglo 18 y llegado al país a principios del siguiente. Según la tradición era un hombre severo en extremo con la tropa. Ejerció el cargo de comandante de Federación hasta la batalla de Caseros en que, fiel a su credo político, presentó la renuncia (3 de febrero de 1852, ver más sobre la Batalla de Caseros haciendo click acá). Falleció en 1863, mientras se encontraba trabajando en su chacra, lugar en que fue hallado con el cuerpo completamente mutilado. Se ignora si la muerte se debió a una venganza personal o a un accidente producido con la rastra con que estaba trabajando el campo.

Volviendo a la descripción de Seguí al frente del Federación, 23 años antes de su muerte, el 4 de septiembre de 1840, apareció en las inmediaciones de la laguna La Brava, ubicada cerca de Federación, una partida de unitarios a las órdenes de Santiago Oroño. (Santa Fe, 1807 - Coronda, 20 de septiembre de 1869, militar y político argentino, que participó en las guerras civiles argentinas. Se enroló en las milicias santafesinas, desde joven y prestó servicios en la frontera norte de su provincia contra los indígenas del Chaco. Participó a mediados de 1828 en la campaña del gobernador de su provincia, brigadier Estanislao López, contra los brasileños en las Misiones orientales. En 1829, secundó al general López en la defensa de su provincia contra la invasión del general sublevado Juan Lavalle, la cual se rechazó. En la contrainvasión federal llevada por López en la provincia de Buenos Aires, Oroño participó el 27 de abril de ese año en la victoría de la Batalla de Puente de Márquez sobre Lavalle. En febrero de 1831, tras la firma del Pacto Federal, Oroño participó en las fuerzas porteño-santafesinas del general López en la campaña del interior contra la Liga Unitaria del general José María Paz. En esa campaña, en la que los federales invadieron la provincia de Córdoba, participó en marzo del Combate de Calchín y en junió de la ocupación federal de la ciudad de Córdoba. A partir de 1832, sigue a López en su campañas contra los indios chaqueños. En 1834 es capitán de un escuadrón de la milicia de Coronda. En 1838, Oroño era teniente coronel, destacado contra los indios del sur en la posta de Los Desmochados, a orillas de río Carcarañá y próxima a Casilda. Ese año, fallecido López, su antiguo ministro Domingo Cullen lo reemplazó. El comandante Oroño fue uno de los que apoyó al nuevo mandatario.En su marcha triunfal habían depuesto a casi todas las autoridades de los pueblos del departamento norte de la Provincia).
En su marcha triunfal las tropas de Oroño habían depuesto a casi todas las autoriades del departamento norte de la Provincia.

Al tener noticia de la aparición de esta fuerza en zona de su jurisdicción, Seguí se dispuso a ofrecerle combate, marchando a tal efecto, con los oficiales Manuel J. Pérez y Montenegro, 19 soldados de línea, siete paisanos voluntarios y los indios amigos. les dio alcance en el arroyo Rojas, derrotándolos completamente. Oroño emprendió la retirada siendo perseguido por las tropas de Seguí durante seis leguas más (poco más de seis kilómetros). Pudieron rescatarse 25 paisanos y una mujer, que Oroño llevaba prisioneros y una mujer, que Oroño llevaba prisioneros y toda la caballada.

Luego del triunfo de Seguí, el jefe de la frontera, coronel Angel pacheco, restableció las autoridades depuestas. Por su parte, el edecán de Rosas comunicó a Pacheco: "S.E. íntimamente complacido felicita a V.S. cordialmente, a los valientes vencedores, a todo el Departamento y a toda esa benemérita división a su mando e indios amigos, por el brillante triunfo glorioso que ha conseguido contra la división acaudillada por el rofajido cabecilla salvaje Oroño".

Los militares que tuvieron actuación más destacada en la batalla contra Oroño fueron premiados con ganado y una medalla de plata. Se otorgaron de la siguiente manera:
Capitán Seguí, 500 cabezas de ganado vacuno y mil lanares; el teniente, 100 vacunos y 300 lanares; cada cabo, 80 vacunos y 250 lanares y cada uno de los soldados, 50 vacunos y 200 lanares. Además cada uno recibió su correspondiente medalla.

ADHESION 190 AÑOS DE JUNIN








































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(Fuente: Manual de Historia de Junín - Autor: Roberto Carlos Dimarco - Año 1993)













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